2024 deja unos presupuestos que generan una gran preocupación sobre el papel que los gobiernos autonómicos otorgan a la Ayuda Oficial al Desarrollo y sobre el futuro que les espera a valores como la cooperación y la solidaridad, en el interior de las administraciones territoriales.
La Red de Coordinadoras Autonómicas de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD), como parte de su trabajo
de seguimiento de la política de cooperación en el ámbito autonómico, elabora anualmente este informe de presupuestos. Su principal objetivo es la revisión y análisis de los presupuestos de 2024 para cooperación internacional de las comunidades autónomas, y que este sirva para poder conocer el compromiso de las regiones con la AOD.
En un contexto internacional de graves crisis humanitarias, en el que los conflictos y la emergencia climática causan enormes daños y pérdidas de vidas, la media de los fondos destinados por las CC.AA. a cooperación se sitúa en un 0,12 %, cifra que supone una caída respecto a 2023 (0,13 %) y que está muy alejada del 0,7 % comprometido por ley para 2030.
10 de 17 han realizado importantes recortes o han congelado los fondos de una política que no solo es crucial en estos momentos, sino que además es seña de identidad del Estado español (ningún otro país cuenta con un sistema de cooperación descentralizada como el nuestro). Tales recortes contrastan con el apoyo ciudadano que, de manera reiterada, merecen estas medidas. El último CIS lo deja claro: el 70% de la sociedad española defiende que se apoye a los países que más lo necesitan. Como en emergencias humanitarias similares en otros lugares del mundo, la sociedad española se ha volcado con las personas afectadas por la DANA; esa solidaridad ciudadana debe guiar las políticas públicas y, por tanto, debe tener respuesta en las políticas de cooperación.
Algunas comunidades autónomas han realizado recortes muy acusados. La mayor caída la registra Aragón, con una disminución en sus fondos del 76%. Andalucía tampoco sale bien parada: ha pasado de liderar el ranking en cifras globales hace 15 años a descender hasta los últimos puestos. Madrid, Canarias, Murcia o Castilla-La Mancha aparecen en el vagón de cola al destinar menos de 3 euros por persona al año para cooperación.